Estados Unidos parece haber sido arrasada por un incendio devastador. El paisaje se ha vuelto negro y la ceniza colapsa los ríos y vuela transportada por viento. La nieve es de color gris. Todo transcurre bajo una calma inquietante. En mitad de ese escenario apocalíptico, un padre y su hijo recorren la carretera en busca de una razón para seguir viviendo.